Israel quiere poner punto y final al conflicto de privatización de la empresa estatal de ferrocarriles. El ministerio israelí de Transportes ha anunciado que la empresa se dividirá en tres sociedades privadas. La respuesta de los sindicatos no se ha hecho esperar: han amenazado con una nueva huelga.
Los coches de dos pisos de Bombardier circulan desde 2001. |
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(13/03/2012) "Estamos a punto de llegar a un acuerdo con tres empresas del sector privado que gestionarán todos los equipos, los servicios y el desarrollo económico de la Compañía de Ferrocarriles de Israel", ha manifestado Israel Katz, ministro de Transporte, en rueda de prensa.
Esta es la segunda vez que el Gobierno israelí anuncia la cesión de la gestión estatal del ferrocarril a manos privadas. En febrero, se aparcó un acuerdo con Bombardier tras las amenazas de huelga de los sindicatos, pero esta vez la amenaza parece no surtir efecto ya que el ministerio ha amenazado con cerrar la compañía estatal si se convoca una nueva huelga.
Ferrocarriles de Israel es de titularidad estatal y es responsible de todas las líneas de viajeros de intercity y de cercanías, así como el transporte de mercancías en el país. Todas sus líneas son de ancho internacional. La red se centra en la densamente poblada franja costera, de la que las líneas radian en muchas direcciones.