La Autoridad Portuaria de Tarragona ha puesto al ferrocarril en su agenda estratégica. En línea con su empeño en hacer llegar el ancho estándar UIC a sus muelles, acaba de dar el primer paso para crear un tejido empresarial y operativo para canalizar el nuevo escenario ferroviario. El acuerdo firmado esta pasada semana con dos operadores y un cargador ferroviario, marca una línea de trabajo que tendrá su primera concreción este mismo año en el corredor Tarragona-Madrid
Carga de vagones con automóviles en el puerto de Tarragona |
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(12/03/2012) La mayor parte de las autoridades portuarias españolas están mirando con interés sus conexiones ferroviarias. El nuevo ejecutivo central continuará las opciones ferroportuarias iniciadas en la pasada legislatura y, además del necesario trabajo en las infraestructuras, es preciso también un trabajo empresarial para crear el marco que permita que los trenes entren y salgan de los muelles cargados de mercancías.
El último que acaba de dar un paso significativo en ese sentido ha sido el puerto de Tarragona. Es una rada que ya hoy tiene una significativa apuesta ferroviaria, sea de productos químicos, automóviles, contenedores o carbón. Su nuevo reto es la llegada del ancho estándar UIC, del cual ya disfruta su vecino puerto de Tarragona y que queda a poco más de setenta kilómetros de sus muelles (desde Castellbisbal).
En paralelo a este trabajo, inscrito en el proyecto del Corredor Mediterráneo Ferroviario, la Autoridad Portuaria de Tarragona ha buscado aliados, del ferrocarril y del mar, para lograr potenciar el peso del tren en sus dársenas y preparar el camino al nuevo entorno. Los aliados en este empeño son las empresas DP World Limited, uno de los mayores operadores mundiales de terminales marítimas; Comsa Rail Transport, uno de los nuevos operadores privados con mayor proyección, y Ferrocarrils de la Generalitat de Cataluña.
Con estos actores se creará una sociedad que pondrá en marcha un servicio integral que potencie la conexión ferroviaria de los clientes del hinterland del Puerto de Tarragona, y a la vez ofrezca un mantenimiento de estos servicios logísticos. Este hinterlad, el territorio “tierra adentro” objetivo de las cargas del puerto, es tanto ibérico como europeo.
Vias del puerto al pie del relog del muelle, uno de los iconos del puerto tarragonés |
Carga de una tolva de Renfe en el puerto. El carbón es uno de los principales activos ferroviarios de este puerto. |
Actualmente, DP World opera en el Puerto de Tarragona en una terminal que está en proceso de expansión y se prevé que a corto plazo tenga capacidad para manipular 1,5 millones de contenedores, donde ha acelerado las expectativas de captación de nuevos tráficos.
Desde la parte ferroviaria se cuenta con dos aliados. Uno es el operador catalán FGC, que está en una fase claramente expansiva en su faceta mercante, tanto dentro como fuera de su red métrica “natural”. Su marca FGC Cargo se ha revelado como un eficaz agente logístico del sector industrial catalán, tanto la química y minería como del sector del automóvil. Su firme opción a conectar con la red europea por las vías de Adif. para lo cual ya cuenta con licencia, la sitúa como un actor relevante en el noreste peninsular.
Por su parte Comsa Rail Transport, la filial logística ferroviaria del grupo Comsa Emte, fue una de las pioneras de la operación privada de la red ibérica, y ha demostrado en estos años su capacidad, con tráficos interoperables con Portugal, con alianzas con operadores nacionales y extranjeros y con un variado parque de tracción que incluye locomotoras diesel, eléctricas e incluso híbridas.