(01/06/2011) Lo demuestra el hecho de que también esté a punto de publicarse la reedición del II Tomo, que trataba de la Compañía del Norte de España, ya agotado desde hace años. Esta historia de la tracción vapor en España, se completará en los tomos próximos con la descripción de los restantes ferrocarriles de carácter interprovincial y local de ancho normal español; la evolución de la red ferroviaria en el difícil periodo 1936 – 1941 y por último el dedicado a la creación de la Renfe hasta la desaparición de este tipo de tracción en 1975.

La Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España se creó por un Real Decreto Ley del 8 de septiembre de 1928. En el mismo se anunciaba la incorporación a la misma de las líneas que explotaba la compañía de Madrid-Cáceres y Portugal y de otras líneas de la zona occidental de la península, en difícil situación económica. En total se nacionalizaron 1.587 kilómetros de ferrocarriles en explotación y otros 508 en proyecto o construcción.

Además de la compañía citada se incorporaban las de Medina a Zamora y Orense a Vigo; Medina a Salamanca; Salamanca a la Frontera Portuguesa y el de Betanzos a Ferrol, ya del Estado. Se añadían también los de Bargas a Toledo, en construcción y el enlace de Ferrol con su base naval. Ello hacía que la nueva empresa ferroviaria nacional ocupara por su longitud el cuarto lugar entre las grandes compañías españolas.

A diferencia de las de MZA, Norte y Andaluces, creadas por la iniciativa privada, la del Oeste se formó cuando los ferrocarriles españoles habían entrado en una clara crisis económica que hizo necesarias las ayudas del Estado, al mismo tiempo que se iniciaban los estudios estatales para su rescate.

Por ello, esta Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España puede considerarse como el precedente inmediato a la creación de la Renfe. La guerra civil precipitó esa decisión. La contienda ocasionó un gran deterioro en las instalaciones y el material de las compañías ferroviarias, que no podían afrontar las tareas de reconstrucción. Nada más concluir la guerra el Estado pasó a controlarlas a través de los Consejos Directivos y en 1941 se produjo la nacionalización completa mediante la creación de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles.

Como los anteriores, el presente Tomo es fruto de la investigación llevada a cabo durante muchos años por los autores, bien conocidos por los lectores de Vía Libre como ha quedado reflejado en sus páginas desde el primer número de la revista con la que Fernández Sanz mantiene aún su contacto como colaborador. 

El libro editado en tapa dura, tiene 250 páginas y 272 fotografías, mapas y esquemas de estaciones y locomotoras y un Apéndice con horarios y normas de explotación de la compañía. Su precio es, como el anterior de los ferrocarriles Andaluces, de 35 euros.

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