El Instituto Van Horne de la universidad canadiense de Calgary ha elaborado un estudio preliminar de viabilidad que concluye que sería factible la construcción de una línea de ferrocarril para transporte de mercancías pesadas -materiales bituminosos y minerales- entre la provincia canadiense de Alberta y el estado de Alaska.
(03/03/2016) La infraestructura propuesta es una línea para transporte de carga pesada, de 2.440 kilómetros de longitud, entre Fort McMurray (Alberta) y Delta Junction (Alaska), que inicialmente se ejecutaría en vía única, con la posibilidad de adaptarla a doble vía en un futuro.
El estudio detalla las necesidades de material rodante y de mano de obra, tanto para la hipótesis de un millón de barriles de materiales bituminosos transportados diariamente, como para el caso de uno y medio El presupuesto estimado oscila entre los 20.000 millones de dólares americanos para el primer supuesto y los 25.000 millones de dólares para el segundo.
Asimismo, la línea también supondría una oportunidad para transportar los minerales de los yacimientos que permanecen sin explotar hacia América del Norte y los mercados mundiales.
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Un proyecto complejo
El estudio recoge y analiza el factor medioambiental, ya que la ruta propuesta para la nueva línea discurre a través de importantes áreas protegidas, fundamentales para la conservación de la fauna y flora y la protección de la biodiversidad, ya que albergan numerosas especies migratorias o en peligro de extinción.
Estas áreas protegidas se localizan mayoritariamente en los valles a lo largo de los principales ríos. Por este motivo, los procesos de aprobación ambiental y de autorización serían extensos y complejos, aspecto que también queda recogido en el estudio.
Desde el Instituto Van Horne, responsable de la coordinación del informe, valoran muy positivamente el proyecto, aunque reconocen que su puesta en marcha se dilataría en el tiempo, ya que habría que realizar un análisis de viabilidad más profundo y detallado, obtener la aprobación ambiental y la autorización para la construcción, además de que los costes de ejecución son elevados.
Sin embargo, la entrada en servicio de la iniciativa supondría la creación de una ruta alternativa para el transporte de materiales bituminosos desde el oeste de Canadá a los mercados mundiales, que desbloquearía el transporte de petróleo y minerales del norte, tanto en Canadá como en Estados Unidos.