Un estudio sobre la posible introducción de un servicio de trenes de viajeros entre las ciudades de Detroit y Grand Rapids, en el estado norteamericano de Michigan, concluye que los beneficios económicos y el número de usuarios justifican la puesta en marcha del proyecto.
Estación de Grand Rapids |
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(29/02/2016)
El estudio, que ha sido realizado por la consultora norteamericana Transportation Economics and Management Systems, experta en planificación de transporte, analizó tres posibles rutas desde la ciudad de Detroit –en la costa este del estado de Michigan–, a través de Lansing y Grand Rapids hasta la ciudad de Holland, en la costa oeste, que podrían establecerse mediante la mejora de las líneas existentes. Una ruta discurre a través de las ciudades de Ann Arbor y Jackson, otra a través de Ann Arbor y Howell, mientras que la tercera ruta circunvala la ciudad de Ann Arbor, y se dirige hacia Wayne y Howell.
El informe, que representa el primer paso hacia la posibilidad de recuperar la conexión por ferrocarril entre las costas este y oeste del estado americano, considera varios escenarios en lo que respecta a las frecuencias viaje: dos trayectos diarios de ida y vuelta a 127 km/h, cuatro viajes de ida y vuelta diarios a velocidades de 127 ó 177 km/h, u ocho servicios de ida y vuelta al día a 177 km/h.
Principales conclusiones
Las principales conclusiones del mismo son que las dos rutas propuestas que pasan a través de la ciudad de Ann Arbor son opciones viables que merecen un análisis más profundo, mientras que la tercera ruta –la que evita atravesar dicha ciudad– queda descartada, al no contar con la demanda potencial suficiente para ser rentable.
Mientras que la ruta a través de Jackson mostró el mayor número de usuarios potenciales y por ende, mayores ingresos, la que discurriría a través de Ann Arbor y Howell, de 299 kilómetros de longitud, podría proporcionar el mayor retorno de la inversión. Así, se estima que para 2040 esta última relación podría registrar hasta 1,59 millones de viajeros al año con ocho servicios de ida y vuelta a 177 km/h.
La opción del establecimiento de un servicio a 127 km/h. en esta ruta a través de Ann Arbor y Howell requeriría una inversión inicial de 130 millones de dólares y una subvención anual de alrededor de tres millones de dólares.
Aunque el establecimiento en la mencionada ruta de un servicio a velocidades de 177 km/h requeriría una mayor inversión de capital, según el estudio atraería a un mayor número de usuarios, lo que podría permitir que el servicio generara un beneficio anual de doce millones de dólares.
El siguiente paso para poder establecer el servicio es la realización de un estudio de viabilidad completo, incluyendo el análisis de impacto ambiental, un plan de implementación, así como un análisis de las posibles opciones de colaboración público-privada.