(01/12/2015) La puesta en marcha de la estación Arnhem Centraal el pasado 19 de noviembre ha supuesto la finalización de un proyecto para remodelar la estación de 1950, así como su entorno, que se ha prolongado veinte años. Se estima que la infraestructura, que constituye una nueva puerta de entrada a la ciudad, acogerá 110.000 viajeros diarios en 2020.

El proyecto fue diseñado por el estudio de arquitectura holandés UN Studio (ver galería de imágenes) en colaboración con la empresa de ingeniería Arup.

A la vanguardia del diseño

La nueva estación se ha concebido como una “máquina de transferencia", cuyo diseño está basado en la utilización intuitiva del espacio por parte de los usuarios.

Las formas ondulantes de la cubierta, con grandes vanos libres de columnas de hasta sesenta metros de luz, se ha inspirado en el concepto matemático de la botella de Klein, y pretende desdibujar la distinción entre el interior y el exterior de la estructura mediante la continuación del paisaje urbano en la sala, donde la transición entre techos, paredes y suelos es imperceptible. Para la creación de esta gran estructura, que fue llevada a cabo por Ballast Nedam y BAM, se emplearon técnicas de construcción naval.

La estación, totalmente acristalada para favorecer la entrada de luz natural, cuenta con dos niveles subterráneos, destinados a aparcamiento de coches y aparcamiento de bicicletas, mientras que en los niveles superiores se ubican el vestíbulo de entrada, tiendas, oficinas, áreas de servicio, además de la zona de intercambio entre los servicios ferroviarios y los de autobús, taxi y bicicletas.

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