(27/11/2015) 
En el acto de presentación se ha señalado que desde la segunda mitad de la década de los 80, en España, la inversión en transporte inicia una etapa de crecimiento que se intensificará entre 1997 y 2009, alcanzando un stock de infraestructuras similar, cuando no superior, al de los países europeos más avanzados.

Asimismo, se ha subrayado el sesgo excesivo de la inversión hacia las infraestructuras de altas prestaciones, como las autopistas y las líneas de ferrocarril de alta velocidad, y se criticado que las decisiones de inversión no se han fundamentado en criterios de rentabilidad social.

Ello, según los economistas, ha generado ineficiencias en la política de inversión, con claros ejemplos de sobrecapacidad, cuando al mismo tiempo siguen pendientes determinadas infraestructuras que se intuyen rentables en términos sociales, como el transporte de mercancías por ferrocarril.

En relación con el ferrocarril, se considera que la liberalización del sector tendrá efectos positivos en la eficiencia, sólo si las medidas legislativas van acompañadas de un diseño institucional que incentive la competencia, ya que, a pesar de la liberalización, la persistencia de barreras a la entrada de la competencia impide su desarrollo.

Propuestas

La presentación, ha terminado con una serie de propuestas para la política de infraestructuras, la primera de las cuales hace referencia a que, en un contexto de alta dotación de infraestructuras, es imprescindible incorporar criterios objetivos de evaluación de proyectos para evitar inversiones ineficientes

Asimismo, se considera necesario evaluar cuál es el coste de oportunidad en términos de eficiencia de aquellas inversiones que se defienden por razones de equilibrio territorial.

También se ha señalado que es posible conseguir ganancias de eficiencia a partir de cambios en el diseño institucional y regulatorio y que es necesario racionalizar los criterios de financiación de los distintos modos de transporte.

Para el futuro, los expertos reunidos en la sede del Consejo General de Economistas han afirmado que el mensaje ya no puede ser “invertir”, sino que hay que poner el énfasis en “dónde y cómo invertir”.