El pasado 31 de octubre el gobierno australiano licitó los servicios de ingeniería para la construcción de la línea Inland Rail, un corredor de mercancías de alto rendimiento, de 1.700 kilómetros de longitud, que conectará los puertos de Melbourne -en el extremo sur del país- y de Brisbane, en el noreste, en menos de veinticuatro horas.
(17/11/2015)
El proyecto de desarrollo de la Inland Rail de Melbourne a Brisbane estima un plazo de construcción de diez años para completar el corredor de mercancías de 1.700 kilómetros, de los cuales unos sesicientos serán de nueva construcción.
Desarrollado por la empresa pública de ferrocarriles australianos Australian Rail Track Corporation (ARTC), con una inversión estimada de 10.700 millones de dólares australianos -cerca de 7.000 millones de euros- con la puesta en servicio del proyecto se espera triplicar en 2030 el tráfico de mercancías lo largo del interior de la costa este.
La nueva línea de mercancías reducirá la distancia entre Melbourne y Brisbane en doscientos kilómetros y el tiempo de viaje entre ambas ciudades en más de diez horas, con lo que el trayecto se podrá realizar en menos de veinticuatro horas. Su puesta en marcha supondrá la eliminación de 200.000 camiones de las carreteras cada año, lo que equivale a 5,4 millones de toneladas-kilómetro netas de mercancías.
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Además, por primera vez, el sureste de Queensland se conectará por ferrocarril con Melbourne, Adelaida y Perth, evitando la necesidad de transportar las mercancías por carretera a través de la congestionada red de Sydney.
Inland Rail complementará las redes viarias y ferroviarias existentes y los estudios indican que aumentará drásticamente la productividad. Inicialmente, la infraestructura estará preparada para la circulación de trenes de hasta 1.800 metros de longitud –que en el futuro podrán llegar a ser de 3.600 metros-, que podrán transportar contenedores estándar apilados a doble altura.
La licitación de los servicios de ingeniería se suma a las actuaciones que ya desarrolla el Gobierno de Australia encaminadas al comienzo de las obras de la nueva infraestructura. Así, el Ejecutivo australiano ya ha comprometido trescientos millones de dólares australianos para continuar con las actividades previas a la construcción que ya están en marcha, como la planificación detallada del corredor, las evaluaciones ambientales y las adquisiciones de terrenos.