El pasado 31 de octubre comenzaron en Bolonia las obras de construcción del Marconi Express, un monorraíl que unirá en siete minutos la estación central de ferrocarril de la ciudad italiana con el aeropuerto Marconi. Está previsto que los trabajos se completen en 36 meses y que el nuevo modo de transporte se ponga en marcha en 2019. (Ver vídeo del proyecto)
(16/11/2015) La infraestructura, de cinco kilómetros de longitud, se construirá a entre seis y siete metros sobre el nivel del suelo y tendrá una parada intermedia en el Lazareto. Todo el recorrido está provisto de una pasarela de seguridad que, cada quinientos metros, prevé un sistema de escaleras que conducen al nivel del suelo, ante la posibilidad de evacuación de los pasajeros. STS Bolonia ha llevado a cabo el diseño de ingeniería, y el diseño arquitectónico ha sido realizado en asociación con Iosa Ghini Associati.
La tecnología que utilizará el Marconi Express pertenece a la empresa suiza Intamin, que suministrará el sistema automático de conducción, la fuente de alimentación, puertas de andén y tres vehículos automáticos sin conductor, cada uno con capacidad para cincuenta pasajeros. Los servicios regulares requerirán dos vehículos que, en los momentos de mayor demanda, podrían funcionar con uno acoplado.
El tiempo de viaje de extremo a extremo de la línea será de siete minutos y funcionará desde las 06.00 horas hasta la medianoche. La capacidad de los vehículos estará entre los cincuenta y los cien pasajerso, de cuatro a ocho por metro cuadrado, respectivamente. El tiempo de espera estimado es de tres minutos 45 segundos, que satisfará la demanda esperada, que en su primer año de funcionamiento se ha estimado en un millón de viajeros.
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Sistema flexible y sostenible
La ventaja más destacada de la tecnología del Marconi Express es su posibilidad de adaptar en tiempo real la frecuencia de los viajes a la demanda del momento. Esta elasticidad, además de suponer importantes beneficios para los viajeros, permite optimizar los costes de gestión de la infraestructura.
Asimismo, el Marconi Express es también un modo de transporte sostenible: un sistema de paneles fotovoltaicos integrado en la vía producirá el 13 por ciento de la energía necesaria para su funcionamiento. Además, su puesta en servicio supondrá la desaparición de miles de coches de las calles.