(07/10/2015) De las seis importantes estructuras evaluadas por los ingenieros, al parecer, sólo una cumple los requisitos mínimos de calidad del hormigón. Se teme que podrían estar afectadas más estructuras a lo largo de la línea, de 147 kilómetros, que está equipada con vía en placa en toda su longitud.

Según el informe, los cien años de vida previstos originalmente de algunas estructuras de hormigón podrían verse reducidos a cuarenta en casos donde estén directamente expuestas a las inclemencias meteorológicas.

La secretaria de Estado de Infraestructuras, Wilma Mansveld, afirmó en el parlamento que ha encargado a Prorail un análisis del coste del ciclo de vida y una nueva investigación sobre la calidad del hormigón en toda la línea para establecer la verdadera extensión del problema. Sin embargo, este proceso podría llevar hasta dos años en completarse.

Línea Betuwe

Además, se teme que podría haberse utilizado hormigón de mala calidad o inadecuado en la construcción de la línea de mercancías Betuwe, entre el puerto de Rotterdam y la frontera alemana, cerca de Emmerich. Está en marcha un estudio sobre estructuras clave como el túnel Sophia, en Zwijndrecht y el paso inferior en Barendrecht, que comparte la línea de alta velocidad Sur y la línea convencional Rotterdam-Dordrecht.

Se cree que las garantías en la mayor parte de las estructuras de la línea de alta velocidad Sur han expirado, aunque existen algunas que podrían ser aún válidas en ciertos puntos. El Ministerio de Infraestructuras está evaluando la situación jurídica para establecer los siguientes pasos. Estos problemas podrían suponer otro revés para Prorail, que en la actualidad hace frente a una disminución de 475 millones de euros en su presupuesto para el período 2018-2028.