Tras 31 años de servicio, los trenes postales han dejado de circular por la red francesa de alta velocidad. El pasado 27 de junio, un tren TGV La Poste hizo el último viaje entre las terminales de Cavaillon, en Marsella, y Charolais, cerca de la estación de Lyon de París.
(30/06/2015)
Correos de Francia, La Poste, anunció en junio que cambiaria el transporte de correo en trenes TGV, por cajas móviles transportadas por carretera y ferrocarril convencional, como parte de una inversión de cien millones de euros en la red logística.
A finales de año, abrirá en Bonneuil-sur-Marne, al sur de París, un centro logístico ferroviario cuyo coste se ha elevado a veintitrés millones de euros y que sustituirá a la terminal TGV en Charolais.
Este centro logístico estará unido con terminales de mercancías de toda Francia, y concentrará las operaciones de dos terminales de carretera, reduciendo los desplazamientos por camión en alrededor de 638.000 kilómetros anuales.
Según las previsiones de La Poste, el volumen de correo que se transportaría en 2017 por ferrocarril sería superior en un 30 por ciento a la capacidad de los trenes postales de alta velocidad, de manera que se ha hecho necesario optar por un modelo de transporte capaz de satisfacer esa demanda. La Poste está buscando un comprador para las cinco unidades TGV que ya no le son necesarias.