(30/09/2013) En unas declaraciones realizadas a la emisora de Radio BBC tras su designación para sustituir a Doug Oakervee como presidente de HS2, Higgins afirmó: “El tiempo es oro, y reducir el largo calendario de planificación y construcción de la línea podría ser una forma de reducir el coste del proyecto”.

Está previsto que la construcción de los 190 kilómetros de la primera fase del ferrocarril Londres-Birmingham comience en 2017, y se concluiría en 2026. La apertura de la segunda fase, de 338 kilómetros de longitud, no está prevista hasta 2032. El Gobierno británico anunció a principios de año que el coste del proyecto se elevaría de 39.000 a 50.750 millones de euros, más otros 8.900 millones para la adquisición de material rodante.

Apoyo de todos los partidos políticos

El proyecto ha recibido el apoyo de todos los grupos políticos, aunque esto parece tambalearse, tras plantear recientemente el Partido Laborista si gastar casi 60.000 millones de euros en el proyecto era una buena idea.

“Tenemos que ser abiertos y transparentes y conseguir que el proyecto HS2 sea rentable”, afirmó Higgins. “Es fundamental para el crecimiento económico de este país contar con un ferrocarril adecuado y moderno”, añadió.

Antes de formar parte de Network Rail, Higgins supervisó la exitosa construcción del Parque Olímpico de Londres, cuando era presidente de la Autoridad Preparatoria de los Juegos Olímpicos. Higgins se integrará el próximo 1 de enero en HS2 a tiempo parcial, antes dedicarse por completo a esta sociedad, el próximo mes de marzo.

En color azul oscuro y trazo grueso, la línea de alta velocidad de Londres a Manchester y Leeds