(22/05/2013) La planta operativa hasta ahora en Estados Unidos había alcanzado ya su límite de capacidad, debido a la constante expansión del mercado del transporte de cercanías en Norteamérica y a tres grandes encargos de suministro de sistemas de aire acondicionado.

En el nuevo centro, el más moderno de Knorr-Bremse en todo el mundo, está situado a tan solo unos kilómetros de la anterior planta y en el trabajarán en el futuro unos trescientos empleados que dispondrán de más de 20.000 metros cuadrados de superficie que triplican la anterior.

Además de controles de freno y equipamientos de bogies, la Knorr Brake Company de Westminster fabrica también compresores, secadores de aire, sistemas de aire acondicionado, puertas para todo tipo de trenes de pasajeros y otros elementos, destinados al mercado americano.

La nueva fábrica sigue la filosofía de empresa de Knorr-Bremse, con estructuras transparentes para facilitar la comunicación abierta entre áreas directas e indirectas, acortando así la distancia que separa el desarrollo de la producción. Desde el punto de vista medioambiental, las instalaciones recién inauguradas son especialmente respetuosas por su bajo consumo de recursos y su sostenibilidad.

Programa de inversiones

El nuevo centro que cuenta con posibilidades de ampliación en caso de que la demanda de capacidad continúe creciendo, ha supuesto una inversión de aproximadamente veintiocho millones de dólares, incluidos en el programa de inversiones de Knorr-Bremse destinado a expandir estratégicamente su red de desarrollo y producción en todo el mundo.

Iniciado en 2011, el programa contempla invertir, hasta 2014, más de 250 millones de euros en mercados emergentes para la construcción de instalaciones de producción. Een abril de este año, Konrr abrió un nuevo centro de producción de sistemas para vehículos ferroviarios en Brasil (Ver noticia)

Estados Unidos

El grupo Knorr-Bremse cuenta con ocho centros en los Estados Unidos y genera allí alrededor de la cuarta parte de sus ventas totales. Su presencia en el mercado americano se remonta a principios de los años 70. En 1973 se fundó la filial en Norteamérica, Knorr Brake Company centrada en el mercado de viajeros. En 1989 se homologó la válvula de control DB 60 para su aplicación en los trenes de mercancías estadounidenses, lo que permitió a Knorr-Bremse hacerse con una significativa porción del mercado de mercancías, a través de New York Air Brake.

Knorr-Bremse también trabaja en el campo de los sistemas para vehículos industriales desde 1993, a través de la marca Bendix. En la actualidad Knorr-Bremse es uno de los principales fabricantes de sistemas de freno de los Estados Unidos, tanto para vehículos ferroviarios como industriales.