En Tailandia, el Consejo de Ministros, reunido en Bangkok el pasado 20 de marzo, aprobó una ley de inversión en infraestructuras por la que se invertirán alrededor de 51.800 millones de euros en la construcción de cuatro líneas exclusivas de viajeros en ancho internacional y en el desdoblamiento de tres mil kilómetros de líneas de ancho métrico.
(09/04/2013)
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Las infraestructuras ferroviarias acaparan la mayor parte de la inversión prevista, aunque también se destinan fondos a la construcción de puertos, desarrollos logísticos y carreteras. También se ha incluido financiación para otros diez corredores ferroviarios urbanos en la capital y en sus alrededores, lo que añadirá 410 kilómetros a la red de metro y de cercanías de Bangkok. Tras ser aprobada por el primer ministro Yingluck Shinawatra y su gabinete, la ley irá ahora al parlamento para su aprobación final. Incluye cláusulas para garantizar su financiación a lo largo del programa a siete años vista, con el objeto de evitar tener que reprobarse el presupuesto todos los años. Se triplicarán los viajes por tren
El plan prevé la construcción, en dos fases, de líneas aptas para 250 km/h en ancho internacional, que partirían de Bangkok. Inicialmente, llegarían hasta Hua Hin, Nakhon Ratchasima, Phitsanulok y Pattaya, pero se ampliarían hasta el norte de la ciudad de Chiang Mai, el puerto de Rayong, al sureste, y a las fronteras con Malasia y Laos, a través de la prevista red trans-Asean, respaldada por China. Según el ministro de Transportes, Chatchai Sitthipan, “los proyectos, que harán hincapié en trenes eléctricos y desdoblamiento de vías, cambiarán completamente Tailandia, y las obras empezarán el año que viene”. El Gobierno prevé que el programa triplique los viajes por ferrocarril por la red convencional de los Ferrocarriles Estatales de Tailandia, como parte de una estrategia para trasferir los movimientos de mercancías de la carretera al ferrocarril, y apoyar la creación de hasta 500.000 puestos de trabajo. Se prevé el retorno de la inversión en un plazo de cincuenta años. A la hora de cuantificar esta inversión se ha previsto que la deuda nacional no exceda el 50 por ciento del PIB, según declaraciones del ministro de Finanzas, Kittirat Na-Ranong. |