(10/01/2013)  El gobierno ruso ha dictado las disposiciones oportunas para la entrada en servicio de un sistema ferroviario con fines militares a partir de 2020. Año en que las Fuerzas Armadas rusas reanudarán el despliegue de misiles de gran alcance basados en trenes especiales con vagones provistos de lanzaderas de dicho tipo de cohetes. Tras la desaparición de la antigua Unión Soviética, en 1993 los referidos trenes fueron retirados de acuerdo con el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas Start. Pero el nuevo Start firmado en 2010 entre Rusia y Estados Unidos no prohibió las mencionadas armas.

La Unión Soviética disponía de 36 trenes equipados con lanzaderas de cohetes .Los nuevos missiles que podrán ser montados en vagones de ferrocarril de seis ejes, utilizan, a diferencia de los soviéticos anteriores, combustible sólido y el peso se ha reducido a la mitad y caben en los vagones de ferrocarril citados. Los trenes en los que se instalarán las lanzaderas ferroviarias podrán funcionar en servicio continuo sin mantenimiento de 1.500 kilómetros, y estarán adscritos a las Tropas de Misiles Estratégicos. La red ferroviaria rusa asciende a unos 85.000 kilómetros, y en la misma se transporta 1.400 millones de toneladas.

Un lanzamisiles instalado sobre un vagón

Los sistemas de misiles estratégicos en lanzaderas móviles emplazadas en ferrocarril aparecieron en la década de los ochenta. En aquella época, la Unión Soviética estaba desarrollando su respuesta a los misiles estadounidenses Peacekeeper (MX) de combustible sólido equipados con diez ojivas que inicialmente se preveía emplazar tanto en silos subterráneos como en plataformas móviles.

Cada tren, con vagones camuflados como los de pasajeros, los de mercancías o los refrigerados, estaba equipado con tres lanzaderas y se calificaba como un regimiento de misiles. Había cuatro trenes de ese tipo en una división, mientras que como norma general había tres divisiones de misiles que tenían en sus arsenales sistemas de misiles balísticos emplazados en ferrocarril: Durante el desarrollo de sistemas de misiles emplazados en ferrocarril se aplicaron muchas soluciones tecnológicas interesantes, por ejemplo la distribución del peso del vagón lanzamisiles sobre los vagones vecinos o un equipo para apartar la catenaria que impedía efectuar el lanzamiento del misil.

Desde 1991, en el marco de programas de desarme, se prohibió que los doce trenes portamisiles abandonasen sus bases de emplazamiento y circulasen por la red ferroviaria del país. Según la información disponible, raramente se realizaron maniobras. En 2005, se retiró del servicio operativo el último sistema de misiles balísticos emplazados en ferrocarril. 

En los ochenta, los cálculos y la práctica pusieron en evidencia que los sistemas de misiles balísticos emplazados en ferrocarril estaban entre las armas estratégicas más escondidas. Estados Unidos no logró inventar un modo seguro de revelar dónde estaban emplazados los trenes portamisiles. Su aparentemente alta eficacia era muy temida en el bloque occidental, por eso, según indica la Agencia Novosty, se hizo especial hincapié en su retirada en las negociaciones de desarme mutuo. En todo caso, razones de operatividad ferroviria, obsolescencia de material, mejoras de otros sistemas de lanzamiento, propiciaron su retirada hace ahora siete años.