Juanjo Olaizola, artífice del Museo Vasco del Ferrocarril y su director hasta 2011, gran conocedor de la historia de nuestros trenes y su más prolífico divulgador, estrena hoy en la portada de www.vialibre.org su blog. En sus primeras entradas el lector disfrutará con las imágenes y textos sobre la primera fotografía ferroviaria de Guipúzcoa, el juego de los errores con imágenes de dos estaciones, el tranvía “zapatones” , motor de sangre y el cargadero de mineral de Minas de Cala. Imágenes inéditas, curiosidades y amplia información en todos ellos, singulares “joyas” de la historia de nuestros trenes.
(27/01/2012) Juanjo Olaizola publicó sus primeras letras en el año 1987, y ha colaborado en la mayor parte de las publicaciones ferroviarias como, Trenes Hoy, Maquetrén, Hobbytren, Trenmania, Revista de Historia Ferroviaria y, en la decana del sector: Vía Libre. Asimismo, he publicado, en solitario o en colaboración con otros muchos autores, más de treinta libros con la intención de “contribuir a la recuperación de la memoria de aquellos trenes y tranvías que sentaron las bases de nuestros ferrocarriles”.
Según sus propias palabras, el objetivo de este blog es “desentrañar la historia de nuestros ferrocarriles en todas sus facetas: empresas, empresarios, trabajadores, infraestructuras, material móvil, servicios, éxitos y fracasos. Espero que, además, se convierta en una tribuna abierta en la que los lectores puedan proponer temas a tratar y plantear cuestiones que, en la medida de nuestras posibilidades intentaremos resolver. De este modo, entre todos, podremos contribuir a incrementar el conocimiento sobre la rica historia de nuestros ferrocarriles”.
Artículos en el blog
Las primeras entradas del blog son:
Primera fotografía ferroviaria de Guipúzcoa
La imagen que se reproduce texto fue captada hacia 1863 en Zumárraga y es de la construcción del ferrocarril del Norte, la primera línea internacional de nuestro país, llamada a enlazar Madrid con París a través de Irún. Como se comenta en el blog “solo con el recurso de ingentes cantidades de mano de obra, con más de 10.000 trabajadores en la travesía de la sierra de Madrid y otros 8.000 en el paso de la meseta al Cantábrico, fue posible construir una línea que, junto al ramal de Venta de Baños a Alar del Rey, sumaba 729 kilómetros de longitud. Todo ello, en el plazo de ocho años".
El tranvía Zapatones
Tranvías Eléctricos de Granada explotó, a partir de 1904, una densa red de tranvías urbanos e interurbanos. El tranvía de Alhedín a Dúrcal formaba parte de un proyecto que pretendía enlazar Granada con Motril, a orillas del Mediterráneo. Dada la longitud final de la línea prevista, el potencial de tráfico y las dificultades del terreno a atravesar, Tranvías Eléctricos de Granada consideró que era mejor solución la de construir un ferrocarril eléctrico de vía estrecha, en lugar de un tranvía convencional como el existente entre la capital y Alhedín.
Motor de sangre
Comentario a la imagen de una fotografía tomada en los talleres de los ferrocarriles económicos de Valencia en 1983, donde se podría hablar de la utilización del «motor de sangre». En los primeros años de gestión por Feve, la única inversión realizada fue la incorporación a su parque de material móvil de unos tranvías adquiridos de ocasión en Bélgica, vehículos que, por su origen y dada la entonces reciente boda de la española Fabiola de Mora y Aragón con Balduino, el rey de los belgas, fueron popularmente bautizados como «fabiolos».
Aunque, por lo general, los movimientos en el interior de los talleres se realizaban con el apoyo de alguna locomotora de maniobras, cuando no había ninguna disponible se recurría al propio personal de estas instalaciones que, acumulando sus fuerzas, movía un coche de una a otra vía. En este caso, se trata precisamente de uno de los «fabiolos» que contribuyeron a una tímida modernización de estas líneas en los años setenta el que es maniobrado por un grupo de ferroviarios.
Dos fotografías que acompañan a este texto. Se trata de las estaciones de Azpeitia (Guipúzcoa) y Órdenes-Pontagra (La Coruña). El parecido entre ambas es evidente, aunque también existen pequeñas diferencias. Juegue a los “errores”.
El cargadero de mineral de Minas de Cala
Los promotores de las minas de Cala, emplazadas en el noreste de la provincia de Huelva optaron por establecer un ferrocarril de vía métrica para enlazar los criaderos de hierro con las orillas del Guadalquivir, en concreto hasta San Juan de Aznalfarache, población situada en la provincia de Sevilla, aguas abajo de la capital hispalense y por tanto en el tramo navegable de este río. En este punto, y mediante un espectacular embarcadero, se procedía al trasbordo de la carga de los vagones a las bodegas de los barcos que realizaban la etapa final hasta las industrias siderúrgicas de Vizcaya.