El Museo del Ferrocarril de Cataluña, que celebra este año su primer cuarto de siglo, entre sus iniciativas conmemorativas acaba de publicar "El Somni del Progres", catálogo fotográfico, compilado y con textos de Rafael Salvador.
(21/07/2015) Los museos ferroviarios no solo son playas de vías donde se exhiben locomotoras y coches, o salas donde los faroles, los teléfonos, las maquetas, los uniformes, conforman un discurso más o menos elaborado. Hay fondos más ocultos y no menos valiosos, de documentación primaria, planos, legajos, expedientes, y colecciones fotográficas.
Sobre este particular se ha puesto el foco a la hora de preparar este libro. El título ya explica el todo “El Sueño del Progreso: Fondo Fotográfico del Museo del Ferrocarril de Cataluña”. Y es que este museo custodia en sus almacenes un valioso acervo de imágenes formado por más de 10.000 instantáneas, que permite reconstruir buena parte de la historia ferroviaria catalana.
Se agrupan por diversas colecciones, de las cuales la más importante es la que correspondiente al Fondo del Servicio Eléctrico, que se gestó entre la década de los 40 y 40 y 60 del pasado siglo, años en los que buena parte de la red catalana se fue flanqueando de postes y cubriendo de catenarias, y todo esto largo proceso de décadas se fue documentando rigurosamente. El fondo se compone de imágenes en blanco y negro, todas de una excepcional calidad. Muchas de ellas solo se conservaban en las placas de vidrio originales, el tesoro de esta colección, y a partir de ellas han sido positivadas las fotos.
Además de este fondo, hay colecciones más antiguas y valiosas, como la que la antigua compañía MZA complió en el tránsito de los siglos XIX y XX, pero también hay desde postales a fotos de procedencia ignota. Todo es en blanco y negro, casi todo del ámbito estrictamente catalán, y también mayoritariamente ceñido al ámbito de la red de vía ancha.
Otros textos, presentados todos en castellano y catalán, dan cuenta de la génesis del ferrocarril catalán, de la historia de la electrificación de su red a cargo del Servicio Eléctrico, sobre las estaciones y los propios trazados, con sus hitos más significativos en viaductos, puentes y túneles. Un último apartado se dedica a presentar la figura del fotógrafo Francesc Ribera i Colomer.
Presentación
El acto de presentacióndel libro estuvo presidido por el director gerente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Alberto García, que destacó el entusiasta y valioso trabajo realizado por el equipo humano del Museo en estos años, a pesar de la limitación de medios y recursos. Acudieron también los descendientes de Francisco Ribera Colomer, autor de la mayoría de las magníficas fotografías y uno de los últimos representantes de una saga de fotógrafos que concebía las fotos como un arte, incluso estas fotografías industriales que le encargó Renfe hace ya tantos años.
El trabajo merece la pena ser visto con calma, recreándose en cada una de las fotos, que encierran mil y un detalles de paisajes perdidos, de oficios ferroviarios extintos, de material móvil que, en el mejor de los casos, está en un museo o en un pedestal pero que, en su inmensa mayoría, fue achatarrado. Un gran trabajo que solo ha aflorado una mínima parte del gran fondo fotográfico del Museo del Ferrocarril de Cataluña, que probablemente vaya viendo la luz en años futuros.