(25/10/2012) Hasta el año 1996, la línea Linares-Almería tenía su tráfico más activo en el transporte de hierro desde las Minas de Alquife (también conocidas como de El Marquesado) hasta el puerto. Para ello, se empleaba un ramal propio desde la estación de Huéneja-Dólar hasta las minas. Era un recorrido total de 94 kilómetros de muy fuerte pendiente, que incluso llegó a electrificarse en 1989. Fue una obra efímera ya que en 1996 la caída de los precios del mineral y los costes del transporte forzaron el abandono de las minas y la suspensión de todos los tráficos mercantes, quedando inútil la catenaria ya que sus únicos clientes eran los trenes mineros. 

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Vista aérea del poblado, corta minera y cargadero ferroviario (a la izquierda) de las minas del Marquesado. Foto Salvita

Descarga de artículo de la revista Trenes hoy del año 1987 que presenta cómo era la explotación ferroviaria de aquellos tráficos

Para la descarga del mineral en Almería, funcionaron históricamente dos cargaderos, el del Cable Inglés y el del Cable Francés. El Cable Inglés dejó de operar en 1970 y desde entonces todas las cargas se trasvasaron al Cable Francés. En esa misma época, para evitar problemas ambientales, se construyó un gran silo en la estación almeriense, conocido como el “Toblerone”, el cual acogía el mineral y, de forma subterránea, lo llevaba hasta el Cable Francés. Desde el cierre de las minas el Toblerone quedó abandonado y semidesmantelado, con proyectos de nuevos usos inmobiliarios. En paralelo, en Almería se viene apostando hace años por un soterramiento del ferrocarril, que incluso se prolongaría en soterrado como acceso al puerto comercial, con vías pero actualmente sin servicio ferroviario. 
 

Locomotora eléctrica 289 al frente de un tren de hierro cargando en El Marquesado en 1994. Foto Pacheco.

En este contexto aparece el proyecto de Minas de Alquife, que plantea extraer cada año cuatro millones de toneladas de hierro de las minas granadinas (unas 12.000 toneladas diarias trasladadas por ferrocarril en unos diez trenes diarios). Esto ha supuesto un respiro para el futuro económico de la zona, que contaría con las mayores minas de hierro de Europa Occidental, con unas reservas estimadas, sólo en la zona de Alquife, de 135 millones de toneladas. Con ellas habría garantías de trabajo para al menos veinte años de laboreo minero para unas 1.750 personas, entre puestos de trabajo directos e indirectos, con una inversión en la zona estimada en doscientos millones de euros, todos de financiación privada. Todo este proyecto se encuentra en fase de estudios previos, tanto para los trabajos mineros como para analizar las opciones de transporte.

Pero, por otro lado, la polémica se ha desatado en Almería. Las opciones de un posible acceso de los trenes al puerto sin usar los antiguos cargaderos pasan por un soterramiento de las vías. Esto, además de los altos costes y la dificultad técnica de los soterramientos en zonas tan próximas al mar, complica la explotación para pesados trenes mercantes por las rampas que habría que trazar en los accesos al túnel.

Pero parte de la polémica viene también ligada al proyecto de soterramiento del trazado ferroviario en todo su recorrido urbano. Los escenarios de esta obra la sitúan para el año 2024, por lo cual desde el ayuntamiento no se baraja la opción del tráfico de diez trenes mineros cada día en superficie por la ciudad.

El cargadero del Cable Inglés, fuera de servicio desde los años setenta, fue clave para el embarque de hierro en el puerto almeriense.

Posibles alternativas

Como se puede ver en el mapa al pie,se están presentando algunas alternativas si la salida directa por Almería no fuera posible. Así se apuntan opciones de encaminamiento hacia el puerto de Carboneras. Esta rada, especializada en graneles, carece de acceso ferroviario, peros se barajan alternativas al hilo de la construcción de la línea de alta velocidad de Almería a Murcia, que pasa a cierta distancia de Carboneras. Las opciones pasarían por alguna fórmula de integración en esta infraestructura, adelantando además la fase de obras del tramo Huércal de Almería-Venta del Pobre frente a la que baja de Lorca, y la construcción de un ramal al puerto. Es una alternativa cara y con la complejidad añadida de la compatibilidad de un tráfico granelero muy pesado con una línea de alta velocidad.

Otras opciones aireadas en estos días van en la línea de la posible salida por el puerto de Málaga, que también cuenta con acceso ferroviario, aunque esta opción viene lastrada por un considerable incremento de kilómetros, la ausencia de una línea electrificada y la realización de maniobras para invertir marcha en lugares como Granada o la construcción de un baipás, sin olvidar la compatibilización con posibles tramos compartidos con la alta velocidad del tramo Antequera-Granada.

Localización de la mina de Alquife y las vías ferroviarias, existentes y en construcción de la zona, con las posibles conexiones a los puertos de Almería, Carboneras o Málaga. En color rojo discontínuo la línea de alta velocidad de Murcia a Almería. Edición Vía Libre.