(30/06/2009) La instalación del sistema supondrá una inversión de 700.000 euros y permitirá ahorrar hasta un 75 por ciento de la energía consumida y reducir a la mitad las emisiones de CO2 generadas.

El proyecto, impulsado por la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid es un ensayo de cara a la progresiva implantación en el resto de la red para el suministro energético.

La energía geotérmica que aprovecha el calor acumulado en el subsuelo procedente del sol, permitirá dotar de un sistema de climatización completamente respetuoso con el medio ambiente a los andenes de la línea 1 en la estación de Pacífico, así como a los cuartos técnicos y a los locales comerciales de la estación, lo que supone una superficie total de 1.090 metros cuadrados, 640 en andenes y 450 en locales comerciales y otras dependencias.

Funcionamiento

El sistema funciona mediante un intercambiador de calor terrestre y unas bombas de calor geotérmico que ceden calor al suelo cuando funcionan como refrigeración y absorben calor del suelo mientras funcionan como calefacción.

Previamente a la instalación que estará lista para su puesta en marcha durante el verano, se realizaron estudios de hidrogeología en la zona, para determinar la viabilidad del terreno y sus características en cuanto a temperatura, conductividad térmica media y profundidad del nivel freático.

Sobre la base de los resultados de dicho estudio, se decidió la implantación de un intercambiador de calor terrestre formado por un bucle cerrado que consiste en 32 tubos de polietileno de alta densidad, en forma de "U", introducidos a unos 150 metros de profundidad, a la cual la temperatura del suelo es de unos quince grados.

Por el interior de estos tubos circula un gel capaz de mantener unos determinados valores térmicos. Posteriormente, una serie de bombas de calor geotérmico se conectan a este intercambiador de calor para transferir el calor o el frío extraído del subsuelo al sistema de distribución -a los sistemas de ventilación-, lo que permite hacer llegar a la estación la calefacción o la refrigeración en cada caso.

Ventajas

Este sistema permite un ahorro energético de entre el 50 y el 75 por ciento y menor dependencia del suministro eléctrico de la red. Por cada kilowatio hora de energía eléctrica consumida por este tipo de sistema, se pueden generar, como mínimo. cuatro de refrigeración o de calefacción, mientras que con los sistemas convencionales de climatización por cada kWh de potencia eléctrica se generan aproximadamente dos de calefacción o refrigeración.

Además en primavera u otoño, épocas si grandes picos de temperatura, se podría  realizar enfriamiento gratuito impulsando agua de circulación por los colectores con un coste energético mínimo ya que no intervendrían las máquinas térmicas de producción.

El ahorro de energía permite a su vez la reducción en un 50 por ciento de las emisiones de CO2 y la reducción de la contaminación acústica. Asimismo, el sistema tiene unos bajos costes de mantenimiento e incrementa la vida útil de las instalaciones.

Metro de Madrid que actualmente remodela la estación de Pacifico (ver noticia) , ha implantado otras medidas de ahorro energético como la ralentización de las escaleras mecánicas cuando no son utilizadas, la colocación de cristaleras en los accesos de las estaciones para aprovechar la luz solar en la iluminación, o la instalación de acumuladores en los trenes que permiten recuperar parte de su energía de frenada.