(06/05/2013) Un primer recorrido de pruebas desarrollado el pasado lunes analizó exaustivamente el comportamiento de convoy en las cerradas curvas que dan acceso al recinto portuario, aflojando incluso los ganchos de tracción para minimizar tensiones. Al frente del convoy la locomotora de Renfe Mercancías 333-392, que remolcaba una composición de catorce vagones y setecientas toneladas de sacos de cemento. El tren procedía de la cementera situada a la entrada de Córdoba (lado este), una planta anteriormente adscrita a la empresa Cosmos (y antes a Asland) y que actualmente está gestionada por la empresa brasileña Votorantim.

Los sacos de cementos fueron descargados en palés desde los vagones cerrados  y depositados en las campas del Muelle 7. Este muelle, entre otros, está especializado en la carga y descarga de graneles y es uno de los primeros situados tras el paso del ferrocarril por el puente de la rambla del Guadalmedina. Desde aquí serán embarcados para su exportación con destino a Argelia. La previsión de la agencia consignataria Condeminas Málaga es que estos tráficos se repitan quincenalmente. Tanto Adif como la Autoridad Portuaria efectuaron en los días previos al paso de este primer tren trabajos de limpieza de las vías, reponiendo aquellos elementos deteriorados tras los cuatros años de ausencia de circulaciones.

Pero la Autoridad Portuaria confía que la llegada de este convoy sea el inicio de un proyecto de recuperación de los tráficos ferroviarios, de entrada en los graneles, el sector que menos actividad generaba en los muelles malagueños. Estos primeros sacos irán destinados a Argelia, pero la nueva empresa que explota la cementera cordobesa confía en canalizar desde esta dársena nuevos envíos para la exportación hacia otros destinos del resto del mundo.

La polémica del acceso ferroviario al puerto de Málaga

El paso de este tren supone, aunque aún de forma muy tibia, la recuperación del paso de trenes al puerto, ya que la última circulación, según indican los medios locales, data del mes de marzo del año 2009. Han sido cuatro años sin trenes, en los cuales se presentó por parte de Adif, en el año 2010, el proyecto de un nuevo acceso soterrado a los muelles del puerto malagueño. La falta de tráficos y la situación de crisis están en la clave de que no se hayan dado pasos visibles más allá de la presentación de este proyecto.

La polémica del acceso ferroviario al puerto de Málaga, que se había acallado tras estos cuatro años sin servicio de trenes, ya está empezando a aflorar. En contra del tren siempre se ha argumentado el clásico rechazo vecinal al paso de trenes por superficie, por su supuesto riesgo (a pesar de la bajísima velocidad de tránsito), los ruidos de la sonería de la máquina y de la rodadura del tren y, finalmente, por la congestión que supone al tráfico el paso a nivel del Paseo Antonio Machado. Para evitar este problema (que por ahora sólo se daría una vez cada quince días) la Autoridad Portuaria ha coordinado con Adif que estos tráficos se hagan de madrugada. Al tiempo, estas horas de paso permiten encajar mejor estas circulaciones en la malla general de Adif. El primer tren hizo así su entrada en el recinto portuario a la 1 de la madrugada, aunque la ventana de acceso diseñada va de las 2:45 a las 4:00.

El tren cementero ya estacionado en el puerto, dispuesto para ser liberado de la locomotora para realizar las maniobras en zona portuaria. Foto Rafa Mogaburo