En Rumanía, el ministerio de Transportes e Infraestructuras ha adjudicado a Aecom un contrato por valor de 2,2 millones de euros para desarrollar un plan director nacional de transportes y una estrategia de desarrollo.
Un tren de la serie 96, Desiro de Siemens, en la estación del Norte de Bucarest. |
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(24/04/2012) Concebido para complementar la solicitud a la Unión Europea de fondos de cohesión en el período 2014-20, el estudio incluirá las perspectivas a corto, medio y largo plazo, y sugerirá las políticas de infraestructura necesarias para el ferrocarril, la carretera y el transporte aéreo, el puerto de Constanza, en el Mar Negro, y el río Danubio.
Aecom anunció la concesión del contrato el pasado 19 de abril, y afirmó que tendría lugar una “importante transferencia de conocimientos” durante el proyecto, lo que incluirá la elaboración de directrices nacionales para la aprobación del proyecto.
Infraestructura obsoleta
La red rumana, con una longitud total de vías de 22.247 kilómetros, está muy interconectada con otras redes ferroviarias europeas. Los Ferrocarriles Rumanos (CFR) funcionan desde 1880, aunque el primer ferrocarril en el actual territorio rumano se inauguró en 1854.
Tras la revolución de 1989, que acabó con la caída del comunismo, Rumanía se quedó con una de las más grandes, densas y más frecuentemente utilizadas redes ferroviarias de Europa, pero, al mismo tiempo, con una infraestructura obsoleta. Esto, junto con la crisis económica que Rumanía atravesó en los años noventa durante su transición a una economía de mercado, hundió a la compañía ferroviaria en un período de relativo declive.
Remodelación de material rodante
A principios de 2000, CFR se embarcó en un completo programa de modernización para mejorar su imagen, que tanto nacional como internacionalmente arrastraba fama de mal servicio y material rodante anticuado.