El nuevo ministro chino de Ferrocarriles, Sheng Guangzu, ha anunciado que reducirá a partir del próximo 1 de julio, la velocidad máxima de los trenes en el país de 350 a 300 km/h. La reducción podría obedecer a necesidades técnicas y económicas del mantenimiento y la operación.
(26/04/2011) Sheng avanzó que, sólo en los cuatro grandes corredores de alta velocidad este-oeste y en los cuatro tramos de la gran arteria norte-sur, circularán los trenes a 300 km/h, mientras que en las líneas intercity que conectan las grandes ciudades dentro de las distintas regiones, los trenes operarán a velocidades máximas entre los 200 y los 250 km/h. En el resto de la red, en las zonas del centro y el oeste del país, no se superarán los 200 km/h.
La nueva política ferroviaria china, quiere compensar la anterior, que obligaba a los pasajeros a utilizar trenes de alta velocidad y pagar más por sus viajes, ante la eliminación de los servicios menos rápidos, que ahora podrán recuperase, con trenes a 200 y 250 km/h, en líneas diseñadas originalmente para 300 km/h o más.
Hasta ahora, China planeaba construir toda su red de alta velocidad para velocidades de 350 km/h o superiores. La línea Pekín-Shanghai, que se abrirá en junio, se diseñó para una velocidad 380 km/h con la que poder competir con el avión.
Investigadores y responsables ferroviarios chinos ha cuestionado la eficiencia, la seguridad, el consumo energético y la economía de la operación a velocidades en el entorno de los 350 km/h, frente a velocidades inferiores a los 300 km/h.
Extensión de la red
En cuanto al plan de construcción de nuevas líneas de alta velocidad, el nuevo ministro mantiene el proyecto de llegar a los 120.000 kilómetros de red en 2015 desde los 91.000 actuales, con una inversión de 2,8 billones de yuanes, unos 300.000 millones de euros.
En cualquier caso se revisará la urgencia de los proyectos en curso y se ajustarán las velocidades máximas de diseño de algunos, en función de las nuevas directrices políticas.