Tras la inauguración del primer tramo de Gautrain entre el aeropuerto internacional de OR Tambo y Sandton, el pasado 8 de junio, parece haberse desatado un fuerte entusiasmo por las inversiones ferroviarias en Suráfrica. Desde servicios de cercanías, pasando por trenes de alta velocidad y mercancías, en estos momentos se están estudiando numerosos proyectos, aunque no está claro cómo se financiarían.
Un tren de Metrorail, de cercanías, en Ciudad del Cabo. |
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(16/06/2010) El ministro de Transportes, Sbusiso Ndebele, afirmó en el parlamento que se está estudiando seriamente la construcción de una línea de alta velocidad que conectaría Johannesburgo y Durban, lo que podría reducir los tiempos de viaje en esa línea, de 721 kilómetros, de doce a tres horas. Pese a los enormes desafíos de ingeniería que supone atravesar las montañas de Drakenberg, el ministro confía en que el gobierno apruebe un completo estudio de factibilidad.
Plan director
Las líneas de alta velocidad entre Johannesburgo, Durban y Ciudad del Cabo están incluidas en el plan director de transportes nacional, presentado por el departamento de Transportes el pasado 4 de mayo. Este plan tiene como objetivo desarrollar y establecer una red de transporte multimodal, que satisfaría las necesidades del país hasta 2050.
La puesta en práctica integral del plan tendría un coste de unos ochenta mil millones de euros. Según el director del proyecto, Lanfranc Situma, Suráfrica podría aspirar a conseguir financiación internacional, ya que ha accedido de forma voluntaria a reducir en un 46 por ciento las emisiones de dióxido de carbono. “Si se construye un ferrocarril, las emisiones se reducirían. Por eso, tenemos derecho a conseguir financiación, al igual que otros países”, aseguró Situma.
Colapso de las cercanías
Los planes a largo plazo son una cosa, pero es la financiación a corto plazo lo que preocupa en la actualidad a Lucky Montana. Como presidente de la Agencia Ferroviaria de Viajeros de Suráfrica (Prasa), empresa pública responsable de la mayoría de los tráficos ferroviarios del país, hace frente en la actualidad a una insuficiencia en las subvenciones a la explotación que puede desencadenar el fin de los servicios intercity en 2012. El considera que un tercio de la flota de Prasa alcanzará el fin de su vida útil dentro de tres años, y que las redes urbanas se colapsarán totalmente en diez años, a menos que la agencia pueda conseguir quinientos millones de euros al año para invertir en renovación.
Coches modernizados para el Mundial
Prasa ha invertido más de setecientos millones de euros en los últimos tres años en la modernización de dos mil vehículos antes del campeonato mundial de fútbol, que se está celebrando este mes, pero con la flota de Metrorail (cercanías), que tiene una antigüedad cercana a los 47 años, Montana afirma: “No tiene sentido seguir renovando”, y estima que sería mejor invertir el dinero en nuevo material rodante, ya que incluso tras la renovación de material la disponibilidad sigue siendo escasa. El subsecretario de Transportes, Jeremy Cronin, opina que la “situación es grave”, pero afirma que el gobierno está trabajando con Prasa en un plan de recapitalización.