(12/02/2010) La línea, que será financiada en su totalidad con fondos europeos, costará 32,5 millones de euros. Ha sido concebida como eje del corredor de alta velocidad Turín-Salerno, situado en la región de Campania, e inaugurado oficialmente el pasado mes de diciembre. Tendrá una zona de captación de alrededor de 742.000 habitantes.

El director gerente del grupo FS anunció la luz verde para construir la estación en el palacio de Santa Lucía de Nápoles. A la ceremonia asistieron también el presidente de Campania, Antonio Bassolino, y el concejal de Transportes de la ciudad, Ennio Cascetta.

Conexión con la Circumvesiana

Calificado de “ligero, fuerte y claro”, el diseño ganador ha sido seleccionado en un concurso internacional. La propuesta de Philippe Samyn & Socios está apoyada por el estudio de arquitectura Studio Borgone y la empresa de consultora de ingeniería Seti.

Ubicada en Poggiomarino, el complejo tendrá un área total de 8.000 metros cuadrados, en los que se incluirá la estación y comercios minoristas, como tiendas, bancos y otros servicios. Además de conexiones con la línea Circumvesuviana Nápoles-Ottaviano-Sarno y Nápoles-Pompeya-Sarno, habría un punto de intercambio con los servicios locales de FS, en la línea convencional Nápoles-Salerno.

Cuatro estaciones de alta velocidad

La estación será accesible también desde la autopista A 30 y la carretera estatal 268, que conecta Ottaviano con Pompeya. Dispondrá de un aparcamiento con varias plantas, además de un intercambiador de taxis y autobuses que darán cobertura a las poblaciones de los alrededores.

Según Bassolino, la apertura de Vesubio Este, a las que hay que sumar las existentes de Nápoles Central, Afragola y Salerno, convertirá a Campania en la única región de Italia con cuatro estaciones de alta velocidad. Los trenes circularán directamente desde las ciudades del norte, y los viajeros podrán rodear los saturados núcleos de Nápoles. El intercambiador reducirá el tiempo medio de viaje entre Sarno y Nápoles de 65 a cuarenta minutos, mientras que el de Pompeya-Roma se reducirá en una hora, para situarse en dos horas quince minutos.