(20/07/2009) La futura línea de alta velocidad, de 180 kilómetros de longitud, incluirá alrededor de sesenta de túneles y discurrirá por un área bastante densamente poblada. Uno de los túneles, de diez kilómetros, discurrirá bajo la actual estación término de Marsella, St Charles. Además de Aix-en-Provence, Marsella, Tolón y Niza, se prevén estaciones intermedias en Les Arcs y Le Muy, en el departamento de Var, y cerca de Grasse.

Financiación

El ministro de Medio Ambiente confirmó que se creará un secretariado permanente para llevar adelante el proyecto y acordar su financiación. El coste total se elevará entre los 11.000 y los 16.000 millones de euros, de los que el Estado aportará 8.000. El resto lo aportarán las comunidades locales. Otros 4.000 millones de euros se necesitarían para extender la línea hasta Ventimiglia, en la frontera italiana.

El director regional de Réseau Ferré de France (RFF), Michel Croc, apoyó la decisión, y explicó: “La línea atravesará áreas de valor natural o densamente pobladas. Pasando por medio de las ciudades, podíamos ofrecer un mejor servicio”. Esta postura supone un paso atrás en la política adoptada para otras líneas de alta velocidad, donde muchas estaciones intermedias están ubicadas a gran distancia de las ciudades a las que dan cobertura.

Estudios de trazado

RFF espera empezar a trabajar muy pronto en los estudios del trazado, cuyo coste se elevará a setenta millones de euros; para ello, se empezará a trabajar en un corredor de siete kilómetros de ancho. El estudio se completará en cuatro años, antes que la encuesta de información pública.

La construcción de la línea comenzaría antes de 2020, acorde con los compromisos suscritos por el gobierno. Ello significa que los servicios comerciales no empezarían hasta 2023, y, por lo tanto, no llegaría a tiempo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Niza, en 2018.