El nuevo Museo del Ferrocarril belga, situado en la localidad de Schaerbeek, en la región belga de Bruselas, será inaugurado oficialmente hoy, y mañana abrirá sus puertas al público.
(24/09/2015)
El Museo está situado en un lugar central de la línea histórica Malinas-Bruselas, por la que circuló el primer tren belga el 5 de mayo de 1835, hace más de 180 años, y ofrece un relato del pasado ferroviario del país, uno de los pioneros en este medio de transporte, junto con la visón del papel actual y futuro del ferrocarril.
En Train World se han concentrado un gran número de valiosas piezas del patrimonio ferroviario belga que antes estaban repartidas en cinco sedes diferentes situadas potr todo el país.
Otra de las novedades del Museo es la escenografía, creada por el diseñador François Schuiten, que envuelve las piezas expuestas y propone al visitante un viaje a través de la historia con ambientes casi reales.
Entre las piezas más significativas está la locomotora “Pays de Waes”, la más antigua de las conservadas en Europa que fue puesta en servicio en 1844 y premiada en la Exposición Universal de 1913 en Gante. Junto a ella, la “Pacific” de 1910, la espectacular y aerodinámica “Atlantic” de 1939 o dos coches restaurados del tren real (ver noticia), de 1901 y 1939.
Edificios
El edificio de la estación de Schaerbeek, construido en estilo Renacimiento Flamenco en 1877, y ampliado en la década de los años veinte del pasado siglo, es el vestíbulo de entrada y acogida del Museo que cuenta con un nuevo edificio de 8.000 metros cuadrados.
Este nuevo edificio, construido en estilo industrial con una cubierta en sierra, clásica en los talleres ferroviarios, cuenta con cuatro grandes salas para exposición material, dos de las cuales, cuentan con vías conectadas a la red.
Coste
Los Ferrocarriles Belgas, SNCB, y el gestor de infraestructura, Infrabel, han cedido la mayor parte de las piezas históricas expuestas, y Siemens, Bombardier y Alstom han hecho también sus aportaciones a la colección.
El coste global del proyecto que incluye la restauración del edificio histórico, la construcción del nuevo, su equipamiento, la urbanización del entorno y la museografía, ha ascendido a veinticinco millones de euros.