(03/12/2014) Esta inversión se produce tras el anuncio del Gobierno a principios de año de que abrirá el sector ferroviario de India, suavizando para ello las normas para la inversión extranjera directa, que permiten el cien por cien de inversión en proyectos ferroviarios, incluyendo proyectos de cercanías, de alta velocidad, líneas exclusivas de mercancías, material rodante, electrificación, señalización, terminales de mercancías y parques logísticos y estaciones de viajeros.

Se han propuesto dos proyectos de alta velocidad, que se acometerían mediante la fórmula de una alianza público-privada e inversión extranjera. La línea de alta velocidad Bombay-Ahmedabad, de 534 kilómetros, con un coste de unos 8.190 millones de euros, se ejecutará bien mediante un proyecto de diseño, construcción, financiación, explotación y traspaso (DBFOT son sus siglas en inglés), o a través de un acuerdo de cooperación entre el Gobierno y las empresas que ganen el concurso.

Como los otros proyectos propuestos, el corredor Bombay-Ahmedabad puede acogerse a un plan de financiación especial, que supone un 20 por ciento del coste total. El otro proyecto de alta velocidad que recoge el plan es la línea Chennai-Bangalore-Mysore.

Automores y coches de aluminio

En cuanto a proyectos de cercanías, el plan incluye la línea Terminal Bombay Chhatrapati Shivaji -línea Panvel, con un coste total de 1.816 millones de euros, que se ejecutaría mediante una fórmula DBFOT.

El plan incluye la nueva línea de mercancías Dankuni-Gomoh, de 282 kilómetros, con un coste de 585 millones de euros, y una línea de 53 kilómetros entre Whitefield y Kolar, cuyo coste se eleva a 45 millones de euros.

Asimismo, se incluye una partida de 155 millones de euros para fabricar quinientos automotores al año en Kachrapara, al oeste de Bengal, y un proyecto por valor de 72 millones de euros para la producción anual de cuatrocientos coches de aluminio en una nueva factoría situada en Palkkad, en Kerala.