(05/12/2014) La reapertura en tiempo récord es una hazaña realizada en muy poco tiempo, porque con sus setecientos metros cuadrados de pinturas, molduras y grabados clasificados como monumento histórico, la tarea no ha sido sencilla.

Tapiceros, ebanistas, caldereros, no menos de treinta profesionales, han estado implicados en la restauración del antiguo bufé de la estación, inaugurado en 1901, y rebautizado como Tren Azul en 1922, el nombre de los célebres trenes que tenían como destino la Costa Azul. Por ello, la Riviera francesa está bien representada en muchos de los frescos del restaurante  que simbolizan los soleados destinos del sur a partir de la estación de Lyon.

Con la reapertura del famoso establecimiento, atendido por una plantilla de cien personas, es como si el alma de la estación se hubiera restituido a los viajeros, que tienen a la oportunidad de probar la especialidad del chef, una sabrosa pierna de cordero o bien saborear un delicioso café antes de abordar el tren.