La terminal Casa Port, en Casablanca, ha sido renovada dentro del marco de un proyecto liderado por los Ferrocarriles de Marruecos (ONCF), con un coste de algo más de 36 millones de euros. La compañía ferroviaria afirma que la ubicación de la estación “en el corazón de una ciudad que está experimentando una modernización total” significa que puede integrarse adecuadamente en el medio urbano por primera vez.
(07/10/2014) Además de dar cobertura al puerto, Casa-Port está también cerca de la zona en desarrollo de la marina y de la mezquita Hassan II.
La estación se ha concebido para convertirse en un centro de intermodalidad, con instalaciones hechas a la medida de los usuarios del transporte y de aquellos que busquen oferta de ocio. El edificio está diseñado para acoger hasta veinte millones de viajeros al año o cinco mil por hora en horas punta. Básicamente, está formada por tres zonas: un espacio para viajeros, un aparcamiento subterráneo y oficinas para ONCF.
Arquitectura contemporánea
El edificio principal incluye una planta baja de 7.000 metros cuadrados, 3.000 de los cuales corresponden al área de espera de pasajeros; 650 a tiendas y cafés y 335 a taquillas. Inmediatamente debajo, hay una entreplanta con zonas para automóviles y taxis, mientras que el primer sótano, de 8.000 metros cuadrados, está dedicado a establecimientos comerciales y restauración. El segundo y tercer sótano alberga un aparcamiento para 480 coches, que cuenta con ascensores directos a los andenes.
La cubierta de la estación y las marquesinas de los andenes han sido diseñadas para reflejar lo mejor de la arquitectura contemporánea, a la vez que respeta los principios clásicos de la estética marroquí. Entre los servicios para los viajeros destacan pantallas de información digital, circuito cerrado de televisión, cristales especiales para el sol e iluminación regulable.