(25/06/2014) Según Network Rail, el gestor británico de la infraestructura, el jurado quedó impresionado por la notable transformación que ha experimentado King’s Cross en los últimos años, gracias a un proyecto para reformar y ampliar la histórica estación, por valor de unos 624 millones de euros, para dar respuesta a la creciente demanda de viajes.

El vestíbulo oeste, construido en cristal y acero e inaugurado en 2012, es la estructura de una sola arcada más grande de Europa, y ofrece tres veces más espacio que el anterior vestíbulo. Alberga una amplia variedad de tiendas y más de una docena de establecimientos de comida y bebida.

Hamish Kiernan, director commercial de Venta al por Menor de Network Rail, afirma: “La estación de King’s Cross se ha transformado en una estación ferroviaria de primera clase, y en un importante centro de venta al detalle, ocio y negocios. Desde el principio, nuestro objetivo ha sido crear un entorno de alta calidad y de mezcla de marcas que posicione a King’s Cross como un punto comercial para los viajeros y la gente que viva o trabaje cerca”.

Network Rail se propone atraer cada vez más gente a las estaciones británicas, al margen de los viajeros. Según datos dados a conocer por el gestor de la infraestructura, alrededor de 45 millones de personas visitan King’s Cross cada año. De ellos, veintiocho millones viajan en tren, y diecisiete visitan la estación con el único propósito de comer, beber o comprar en su interior. Las cifras del último trimestre muestran un incremento del 23,3 por ciento de las ventas entre enero y marzo de 2014, frente al mismo período del año anterior.