(10/01/2014) Así, entre 2014 y 2016, la oferta ferroviaria francesa registrará cambios imprescindibles para atender los crecimientos de demanda previstos hasta 2030, descongestionar algunas líneas y liberar surcos en la red de ferrocarril convencional.

De los ochocientos kilómetros de este proyecto “Atlantique 2017”, setecientos serán de alta velocidad y unos cien de conexión con la red convencional existente, en lo que supone la primera etapa de un gran plan de modernización de la red francesa.

Dos son los grandes proyectos en curso, las líneas de alta velocidad Bretaña Región del Loira de Le Mans a Sablé sur Sarthe y Rennes, y Sur-Europa Atlántica, de Tours a Burdeos.

Ambas darán continuidad a la línea de alta velocidad Atlántique que une París y Courtalain, en un tronco común de 150 kilómetros y que después se divide en dos ramas, una hacia Tours y otra hacia Le Mans.

Nueva oferta

En 2017, los viajeros dispondrán de nuevos servicios ferroviarios con la puesta en servicio de las dos líneas, que cambiarán, sobre todo, la organización de la red en la fachada atlántica, concretamente.

Con ellas y sus conexiones, se reducirán los tiempos de recorrido en los viajes al oeste del país. Así el París-Rennes se hará en una hora y veintiséis minutos, 37 menos que ahora, el París-Nantes en una hora y 55 en lugar de las dos horas y dos minutos actuales y el París-Burdeos en dos horas y cinco minutos frente a las tres horas que se tarda ahora.

Además se incrementará la capacidad de la red ferroviaria y mejorarán las frecuencias y la coordinación entre los horarios de trenes de largo recorrido, regionales y cercanías. Las líneas convencionales reducirán su actual congestión y se ofrecerá más capacidad a trenes regionales e intercitys.

En las regiones afectadas, Aquitania, Poitou-Charentes, Bretaña, Región del Loira, Centro, Limousin, Midi-Pirineos y Región de París, se ampliará el número de correspondencias y se mejorarán los horarios.