(21/06/2010) El cambiador de ejes de Transfesa en la estación internacional de Cerbère es un lugar fascinante. Diariamente cientos de ejes son cambiados del ancho ibérico al estándar, o viceversa, con un sistema eficiente y rápido. Cada cuatro minutos cambian cuatro ejes, cambiando una composición normal en apenas una hora.  Aunque Transfesa tenga ya terminada una nueva instalación de cambio de ejes, en fase de pruebas, esta factoría, con muchas décadas a sus espaldas, sigue demostrando su vitalidad y funcionalidad todos los días del año.

El video recién incorporado muestra el cambio de ejes de un vagón de mercancías que transporta piezas de automoción de Opel con destino hacia el interior del continente. En las primeras imágenes podemos ver como el vagón, que viene lanzado por inercia por el impulso de un tractor, es frenado por un sencillo sistema de calce que se intercala en la vía y provoca un pequeño rebote. En este leve retroceso el operado intercala dos pequeñas varillas que detienen la rueda justo en un punto preciso.

Acto seguido, con una pistola neumática similar a la que hay en cualquier taller de ruedas de automóviles, se aflojan unas piezas que liberan el eje del vagón. Liberada la rueda, el operario procede a desplazar la pieza del gato hidráulico bajo el bastidor del vagón y acciona un primer levante. Con el vagón semiliberado, se precede a retirar elementos del freno y se retira automáticamente el calce del frenado en el carril. Hecho esto el vagón se eleva unos centímetros más y los trabajadores pueden dar un simple impulso al eje libre para que se desplace fuera del vagón y sea retirado rápidamente por un cabrestante hacia una primera zona de acopio desde donde una carretilla lo llevará hacia otra zona de acopio fuera del cambiador.

Los ejes de ancho ibérico de los dos vagones van desfilando por delante de los operarios hasta que llegan los nuevos ejes, ya por la pareja de carriles interiores, los correspondientes al ancho estándar europeo. Cuando llega el eje correspondiente el proceso se repite a la inversa y, en poco más de tres minutos, dos vagones quedan dispuestos para iniciar su camino por la red al otro lado de los Pirineos.

En toda esta operación han colaborado ocho personas, dos por cada eje cambiando, el jefe de equipo y varias personas manipulando los cabrestantes y carretillas con los ejes entrantes y salientes desde el parque de acopio de ejes al cambiador. Junto a ellos un maquinistas y un factor colaboran en el manipulado de los vagones de entrada hacia el cambiador.

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