(11/06/2010) Bajo el lema “Salvemos la estación de tren de Sant Feliu” se han unido un grupo de personas que pretenden frenar el derribo de la histórica estación, previsto en el proyecto de soterramiento de las vías del ferrocarril en la localidad barcelonesa. En el lugar donde actualmente está la plaza de la estación, a la entrada del parque Nadal está prevista la construcción de un edificio de catorce plantas.

La plataforma considera que la estación forma parte de la historia, la cultura y el patrimonio de la ciudad y no sólo reclaman al alcalde del municipio que frene su derribo, sino que se rehabilite el edificio para que recupere su aspecto original.

La campaña se ha iniciado en Facebook con la creación de este grupo –“Salvem l´estació del tren de Sant Feliu”-, al que en los primeros quince días ya se han adherido 1.100 sanfeliuenses.

Desde esta plataforma se pide el apoyo de los ciudadanos, entidades, asociaciones culturales, etc, para que se adhieran a esta campaña para preservar el patrimonio histórico de la ciudad y para que el Ayuntamiento reconsidere el derribo de esta joya arquitectónica de incalculable valor.

Las entidades que se quieran adherir pueden hacerlo enviando un correo electrónico a mesfemmessantfeliu@gmail.com, indicando en el asunto “Adhesión a la campaña Salvemos la estación de tren de Santa Feliu”.

La estación

La llegada del ferrocarril a Sant Feliu de Llobregat en 1854 supuso grandes cambios en la ciudad, tanto en la mejora de la movilidad, como en la industrialización y en el comercio, por permitir el intercambio económico con otras poblaciones, así como en la fisonomía de la ciudad, que se expande tomando como eje vertebrador la estación del tren.

El edificio de la estación tiene tres cuerpos; el central –más grande- se utilizaba de sala de espera y se accedía a él a través de un pasadizo desde una de las naves laterales, una vez que se comprado el billete en las taquillas. En la nave donde hoy está el bar se ubicaba la vivienda del jefe de estación.

La estación de Sant Feliu se construyó según el modelo arquitectónico inglés de la época, destacando la riqueza de los materiales empleados en su construcción y decoración. Sorprende la forma de arco de medio punto de las puertas y ventana de la fachada del lado del andén.

Actualmente, el edificio de la estación de Sant Feliu de Llobregat es, junto con los de Molins de Rey y Cornellá, el más antiguo de Cataluña y de España que se conserva desde los inicios del ferrocarril. Forma parte de la ruta del patrimonio modernista de Sant Feliu y figura en el inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.