(07/02/2014) Durante su visita, Oregi recordó que "Las obras del desdoblamiento y cubrición del tramo Amaña-Ardanza de la línea ferroviaria Bilbao-San Sebastián se iniciaron en otoño de 2012. La parte del paseo elevado forma parte del convenio de colaboración suscrito entre ETS y el Ayuntamiento de Eibar para la mejora de la integración urbana del trazado ferroviario en esta localidad".

La obra civil cuenta con un presupuesto de 12.623.577 euros –a los que hay que añadir el IVA– y se prevé su finalización para primavera del 2015. Quedan pendientes las licitaciones de los contratos de instalaciones, energía, señalización, y comunicaciones, que no afectarán al tráfico rodado.

La actuación en el tramo consiste en un desdoblamiento de vía de 650 metros de longitud, la construcción de una nueva estación soterrada en Amaña, que sustituye al antiguo apeadero, y la cubrición total de la zona afectada por las obras dando lugar a nuevos viales y espacios públicos.

Estos trabajos posibilitarán la creación de una gran superficie elevada de 8.500 metros cuadrados que transformará completamente la fisonomía de la zona, mejorando y promoviendo la accesibilidad del barrio de Amaña al resto de la ciudad de Eibar. “Hasta la fecha se ha completado cerca del primer cuarto de los trabajos, habiéndose llevado a cabo varias de las labores más complicadas de las que se compone la obra" indicó la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial.

Avance de los trabajos

Apeadero de Ardanza. Foto Jabrus

El desvío del tráfico ferroviario por la primera de las vías del nuevo trazado desdoblado ha supuesto uno de los hitos más importantes de la obra. Durante estos días se desmantela la antigua vía, se completa la estructura y se iniciarán los trabajos de cubrición, así como la construcción de los nuevos accesos al barrio de Amaña y la demolición del actual viaducto de Arrate.

Según explicaron a Oregi los responsables de la obra, "los trabajos de cimentación de la mayor parte de la nueva estructura, así como gran parte de los muros, ya han sido finalizados junto con algunas de las demoliciones más complicadas, que han requerido la utilización de grúas de gran tonelaje, así como de sierras específicas para el corte de hormigón y acero”.

La mayor parte de estos trabajos se ha desarrollado en horario nocturno, de forma que, salvo el corte puntual del pasado fin de semana, se ha conseguido garantizar en todo momento el mantenimiento del tráfico ferroviario.

La mayor singularidad de la obra radica en el hecho de que se localiza en el corazón del núcleo urbano de Eibar. Este aspecto afecta a todos y cada uno de los trabajos a desarrollar, ya que cada tarea, movimiento o cambio supone numerosas gestiones a fin de minimizar las inevitables afecciones provocadas por la obra. Por esta razón, en un esfuerzo por compatibilizar los trabajos de construcción con la actividad del día a día de los vecinos de Eibar y con el tráfico ferroviario, la obra se ha dividido en siete fases distintas.

Tramo soterrado. Edición Vía Libre

Área central de la línea Bilbao-San Sebastián

El Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco desarrolla diversas obras en el área central de la línea ferroviaria Bilbao-San Sebastián en los últimos años, por un importe global de 41,3 millones de euros.

Entre ellas, destacan la supresión del paso a nivel de Izelaieta, en Ermua y en Eibar el desdoblamiento del tramo San Lorenzo-Universidad, la nueva estación de Ardanza, la remodelación de la vieja estación de la localidad armera, el paso a nivel de Txarakua, el desdoblamiento del tramo Txarakua-Azitain, así como el cruzamiento de Karakate, ubicado en Elgoibar.

Está también previsto el inicio de las obras de desdoblamiento y nueva estación de Ermua, mientras que están en estudio los proyectos de desdoblamiento del tramo Ardanza-Eibar y la cubrición del Ardanza-Azitain.

"Todas las obras ejecutadas en el eje Ermua-Eibar-Elgoibar presentan gran dificultad debido a las características del terreno, ya que la línea férrea se encuentra encajonada entre la ladera del monte y las edificaciones situadas junto a la propia vía. Por ello, hay que dedicar mucho tiempo, trabajo, esfuerzo y dinero a labores de sostenimiento de la ladera adyacente, sin que las circulaciones ferroviarias se vean afectadas", señaló el viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, Antonio Aiz.