Reconociendo que los pasajeros que viajan en trenes de alta velocidad vienen permaneciendo en sus asientos entre dos y cuatro horas, la unidad de investigación y desarrollo de Compin está estudiando la forma de mejorar el confort, diseñando asientos con soporte lumbar adaptable.
Interior de un tren TGV. |
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(15/06/2010) Compin, empresa francesa especializada en el diseño de interiores ferroviarios, y en la fabricación de asientos desde 1902, estima que la región lumbar influye de forma determinante en la postura y, en especial, en la posición del tórax y la cabeza. Por eso, considera que un apoyo lumbar adaptable ofrece la posibilidad al viajero de adaptar el asiento a su propia morfología. Ello permitiría también cambiar el apoyo geométrico para adaptarse a diferentes actividades durante un viaje largo, y cambiar la posición postural para mantener el confort durante el viaje.
Solución mecánica
La empresa ha investigado varias posibilidades, incluidos sistemas pasivos donde la deformación del área lumbar se logra moviendo el cojín del asiento, mediante un sistema neumático con airbag dentro del tapizado del asiento o bien mediante un sistema mecánico para deformar el relleno de espuma. Al mismo tiempo, sea cual sea la solución, tendría que cumplir los estándares de interoperabilidad técnica, resistencia y accesibilidad, y ofrecer confort a una amplia variedad de tipos de cuerpo.
Tras realizar un minucioso estudio ergonómico y probar prototipos, Compin ha adoptado una solución mecánica, bien utilizando una palanca manual o un botón. La compañía anunció en abril que desarrollará las dos opciones para su eventual aplicación en futuras generaciones de trenes de alta velocidad.