(13/11/2009) El hecho de que el sistema de señalización no hubiera sido diseñado para proporcionar la información que permitiese el funcionamiento de sistemas automáticos de apertura y cierre de puertas exigió diseñar una solución innovadora que permitiera ese equipamiento de seguridad adicional.

La solución de Faiveley consistió en un sistema de control electrónico, con equipamiento autónomo instalado en los trenes y a lo largo de la vía, que permite un diálogo seguro entre los vehículos y el andén, determinando para ello la presencia, la posición y el punto exacto de parada de cada tren y su ajuste con las 408 puertas de andén del metro de Sevilla.

Además de aumentar la seguridad, las puertas de andén permiten mejorar las frecuencias de paso de los trenes y, con ello, la capacidad del sistema. Asimismo, crean una separación entre el túnel y los andenes y generan ahorros de costes en aire acondicionado o calefacción.