(24/11/2014) Por ambas líneas viajan cada año unos 115 millones de pasajeros, lo que representa el 10 por ciento del total del tráfico del suburbano de la capital británica, y para su supervisión Euroconsult ha desarrollado un sistema específico.

Además será necesario enfrentarse a los constantes cambios de geometría de los túneles, en dos líneas que junto a las de District y Metropolitan Line, son las más antiguas, de la red, con un trazado muy cercano a la superficie –a una media de 5 metros de profundidad– y, por lo tanto, sometido a mayores irregularidades del terreno.

Euroconsult está preparando una nueva oferta para hacerse con la supervisión de los túneles de las líneas Bakerloo, Victoria Line y Central Line.

Monitorización y análisis

La supervisión se realizará con la tecnología Tunnelings, la misma que ya inspeccionó hace unos meses varios túneles del suburbano londinense, entre los que se encontraba un tramo de ladrillo construido en la década de 1920 y que está considerado como el más complejo de toda la red.

La monitorización de los túneles se llevará a cabo en cuatro noches con un vehículo que circula a una velocidad de hasta 40 km/h, y sobre el que se acoplan seis cámaras láser que realizan un mapa tridimensional del túnel en busca de posibles deterioros o cualquier tipo de anomalía como fisuras, roturas y humedades.

Además de su rapidez, muy superior a los 5 km/h de las inspecciones visuales de los técnicos a pie, las cámaras de Tunnelings se adaptan a la superficie curva del túnel y también pueden inspeccionar el estado de la vía, lo que les permite hacer un escáner completo de la infraestructura con una precisión de un milímetro.

En las labores de inspección participarán dos maquinistas de London Underground y tres técnicos de Euroconsult. Cuatro personas interpretarán los datos que obtenga Tunnelings durante dos meses antes de entregar los resultados a la empresa gestora del metro de Londres.