El Ave español es el tren de alta velocidad europeo que ofrece las tarifas más económicas, comparando billetes sencillos de ida en clase turista. Renfe asegura que, al margen de descuentos, promociones especiales y tarjetas de fidelización, el producto de Alta Velocidad-Larga Distancia resulta más asequible, a igualdad de prestaciones y servicios, que sus competidores continentales.
(13/05/2008) Los datos que ofrece la operadora, tras la polémica surgida por la subida de tarifas que se produjo el pasado 5 de mayo (ver noticia 05/05/2008) y por las que ha llegado a crearse un grupo de control de precios y servicios liderado por los alcaldes de las ciudades por las que pasa el Ave, revelan que éste es el tren europeo de sus características que ofrece tarifas más económicas.
Así, dentro de la red europea de Alta Velocidad –considerando como tal las líneas que permitan una velocidad punta de al menos 250 km/h-, el trayecto más caro con diferencia es el París-Londres, que cubre el Eurostar, cuyos billetes cuestan 231,75 euros. Los 383 kilómetros que separan ambas capitales se recorren en algo menos de dos horas y media, con una velocidad punta de 300 km/h en superficie y de 170 km/h dentro del Eurotúnel.
También están muy por encima de los precios del Ave los ICE alemanes, especialmente los de distancias cortas y medias. Así, los 177 kilómetros que hay entre Colonia y Francfort cuestan 61 euros en turista, 58 euros un Berlín-Hannover (185 kilómetros) ó 76 euros un Hannover-Wurzburgo (327 kilómetros). En comparación, el Ave Madrid-Valladolid (180 kilómetros) cuesta 32,5 euros y un Madrid-Zaragoza (306 kilómetros), 50,9.
Las principales relaciones del Thalys también ofrecen precios superiores a los españoles: 82 euros un París-Bruselas (unos 300 kilómetros) ó 105 un París-Ámsterdam (algo menos de quinientos kilómetros). Esta última cantidad es lo que cuesta un Madrid-Barcelona, que recorre 621 kilómetros, a pesar de lo cual tarda una hora menos. Por menos de ochenta euros se puede viajar entre Madrid y Sevilla (471 kilómetros) o entre Madrid y Málaga (498 kilómetros).
Los trenes rápidos de Italia tienen tarifas similares a las españolas, aunque su velocidad media es muy inferior en todos los casos. Por ejemplo, los 252 kilómetros del Roma-Florencia se recorren en algo más de hora y media frente a la hora y veinte minutos del Madrid-Zaragoza (54 kilómetros más) y los 448 de Florencia-Nápoles, en tres horas y veinte minutos, una hora más que el Madrid-Sevilla.
Más precios de promoción en la Sncf
La política tarifaria de la Sncf (ferrocarriles franceses) hace difícil encontrar un término de comparación, ya que utiliza un sistema similar al de la aviación, en el que no existe un billete sencillo tipo, sino precios diferentes incluso dentro del mismo tren. La desventaja es que, si el cliente tiene la necesidad de viajar en una fecha o una hora determinadas el precio puede dispararse, ya que son tarifas que varían constantemente. Así, la media hora que tarda el Lyon-Valence puede salir a veinticinco euros, tres más que un Madrid-Segovia, mientras un París-Lyon (425 kilómetros) puede salir por ochenta euros, uno más que un Madrid-Málaga (498 km.). La comparativa más coherente, por tanto, sería con las tarifas Web y Estrella de Renfe (con descuentos de hasta el 60 por ciento), si bien la Sncf dispone de una mayor oferta de precios promocionales.
Relación calidad-precio
Estas comparaciones no incluyen, sin embargo, productos como el Avant de Renfe, trenes de Alta Velocidad para distancias medias, cuyos precios, sin contar abonos ni descuentos, no tienen competencia en Europa.
Tampoco se reflejan en estas comparaciones aspectos como la calidad del servicio, que en el caso del Ave está reconocido como uno de los mejores del mundo: comidas, prensa, atención a bordo y en tierra, azafatas, canales de audio y vídeo, cafetería, limpieza, confort en general…
La puntualidad de los trenes de alta velocidad españoles, segundos del mundo, permiten además contar con un compromiso único con los clientes: la devolución del importe íntegro del billete por retrasos superiores a cinco minutos en la relación Madrid-Sevilla y la del 50 por ciento por quince minutos (cien por cien por treinta minutos) en el resto de trayectos Ave.